Una planta de almacenamiento de gas que comenzó a funcionar en junio ha sido acusada el miércoles por grupos ecologistas y geólogos como causante de cientos de pequeños terremotos que han sacudido la costa este de España. Según el Instituto Geográfico Nacional de España, más de 300 terremotos han golpeado el Golfo de Valencia durante el mes pasado, una zona normalmente no conocida por la actividad sísmica. El más fuerte, un seísmo de magnitud 4,2 grados golpeó en la madrugada del martes, sin causar ningún daño, pero los residentes se encuentran preocupados por la situación.
Diez terremotos con una magnitud entre 1,4 y 2,9 se registraron el miércoles. La ola de seísmos hizo que el gobierno detuviera la inyección de gas en la planta de almacenamiento de gas de alta mar el 16 de septiembre en el Golfo de Valencia, mientras que los científicos estudian si éstos continúan. La planta de almacenamiento de gas tiene como objetivo almacenar gas en un antiguo yacimiento de gas ya agotado a 1,7 kilometros bajo el Mar Mediterráneo y enviarlo posteriormente a través de una tubería de la red nacional de gas de España.
La planta, propiedad y operada por la firma española Escal UGS, puede almacenar hasta 1,3 millones de metros cúbicos de gas, lo suficiente para satisfacer las necesidades de la Comunidad Valenciana durante tres meses. Cerca de 100 millones de metros cúbicos fueron inyectados en la planta, que se inauguró en junio, antes de que el gobierno suspendiera su actividad.
El gobierno argumenta que no se han confirmado enlaces entre los terremotos y el trabajo en la planta, pero los ecologista están en desacuerdo. «No hay duda sobre el vínculo entre la inyección de gas en el depósito del proyecto Castor y los terremotos», han dicho los ecologistas del grupo Ecologistas en Acción en un comunicado.
La planta está ubicada cerca de una línea de falla, pero la región tiene muy poca actividad sísmica, según el presidente del Colegio de Geólogos de España, Luis Suárez. «Hay indicios racionales para pensar que los seísmos están relacionados con la inyección de gas en el proyecto Castor», dijo. «El hecho es que en la zona de la falla existe energía acumulada que, empujada por las inyecciones de gas, acaba de ser liberada «, agregó. «Es muy poco probable que haya terremotos de una magnitud más fuerte», dijo Suárez.
En España existen otras tres plantas de almacenamiento de gas subterráneas, una en Huesca a los pies de los Pirineos, otra en Guadalajara y la última en Bermeo, en el País Vasco. No se ha registrado actividad sísmica cerca de ninguna de las plantas.